domingo, 25 de abril de 2010

Hay que arrancar la semana...

Domingo, casi las ocho de la noche. En un par de horas arranca la semana. Agenda completa. No tengo ningún día libre – y eso que me refiero a la libertad post 5 de la tarde, cuando salgo de la oficina.
Me cuesta mucho encarar estas semanas. Me canso de solo pensar en todo lo que tengo por delante. No será ni la primera ni la última que me encuentre ocupada de lunes a viernes, y en general el saldo final suele ser positivo. Muchas veces son semanas repletas de actividades pero son improvisadas – van surgiendo cosas, voy generando yo misma algunas y cuando llega el sábado me encuentro tirando los tomates que están hace una semana sentados en la heladera porque no comí ni una noche en casa. Y hago el repaso para atrás y veo que bien que lo pasé, que buenos programas salieron… Pero cuando tengo la agenda completa a futuro para toda la semana me da un poco de claustrofobia. Saber que si quiero no puedo meterme a la cama temprano una noche con un buen libro y un te calentito…

Va a ser una buena semana. Despedida de otro grupo de alumnos, recital con amigos, buenos programas. Pero más vale que me lo tome día por día porque sino me agoto antes incluso de empezar….

sábado, 27 de marzo de 2010

270310

Hoy parece ser un día de eventos extraordinarios. La energía parece venir de otro lado. Encontramos cosas que creíamos perdidas. Desempolvamos piezas guardadas hace tiempo y descartamos aquellas que ya quedaron fuera de época. Todo indica que el tema del día puede llegar a ser de los Scorpions….


miércoles, 17 de marzo de 2010

Miércoles otra vez

Hoy es uno de esos días en los que después de una hora de yoga y una buena ducha caliente saldría a caminar un poco por Palermo. Me sentaría a leer en un café que tiene solo una o dos mesas ocupadas.

Al rato salgo a dar otra vuelta, miro algunas vidrieras, me siento en algún banco de plaza y termino almorzando en Oui Oui. De ahí a casa. A sentarme en la compu y ponerme a escribir.

Es uno de esos días en que quisiera sentarme en mi sillón en la terraza para hablar por fono más una hora con mi amiga en Madrid, pasarnos las novedades y escucharnos las voces.

Incluso tal vez me daría una vuelta por la peluquería para que me pinten las uñas de los pies de rojo bien intenso, y volvería a casa a cocinar galletas de avena para la hora del té.

Pero es uno de esos días en que me toca estar en la oficina aunque no tengo nada de ganas así que allá vamos, a ponerle onda…

miércoles, 10 de marzo de 2010

Hay que cortar por lo sano

Me encuentro en una etapa oscura. Pasé de una primavera optimista, social y soñadora a un verano triste, solitario y final. Mucho ostracismo, mucha introspección y poca luz al final del camino. Y me sostengo de pilares que se apoyan en arenas movedizas.
Pero ya no da para más. Hay que aprender a poner límites. Y empiezo por ponermelos a mi misma. Y hay que dar el ejemplo. Así que después del fin de semana, esto se acaba. Hay que dar la vuelta. Y darlo vuelta. The tide is turning...

domingo, 14 de febrero de 2010

Rutinas o rituales

Mis domingos arrancan con una taza de café con leche, la edición del diario en papel y postsecret.blogspot.com. Mi vida es impredecible, soy impulsiva y me aburro rápido. Pero encuentro la felicidad en esos rituales o rutinas. Tal vez pueda llamarlos celebraciones. La vida esta hecha de esas pequeñas cosas.

sábado, 13 de febrero de 2010

Sábado

Todavía despertando en la mañana de sábado me encuentro en el diario con un artículo de Vargas Llosa sobre libros y escritores, y otro de Sergio Ramírez homenajeando a Eloy Martínez. Me descubro leyéndolos en voz alta, como me suele suceder con textos tan inmensos que resuenan demasiado dentro de mi cabeza y tengo que sacarlos para afuera. Casi como si me desdoblara y hubiera alguien que me lo estuviera contando.

Estos textos tienen repercusión física sobre mí. Me ponen la piel de gallina, me quiebran la voz, me hacen derramar una lágrima. Alguna vez bautizada mujer de hielo, esta mañana me desarmo apenas con palabras.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

2009 / 2010

El fin del 2009 me encuentra un poco triste. Igual no es raro, los fines de año me suelen pegar más bien para abajo.

El fin el 2009 me encuentra añorando olor a mar, aun cuando no soy fanática de la playa. Me encuentra con ganas de sentarme a tomar un café con leche en un bar de barrio a pesar de que el calor atenta contra mi deseo de bebidas calientes. Me encuentra con inseguridades renovadas y algunas nuevas.

La lista de highlights del 2009 se centra en el nacimiento de Mirko, en el anuncio de próximos bebes muy deseados por queridas amigas, en Hernan y su corazón de oro, en un grupo de amigas que surgió de la nada y me devolvió un sentido de pertenecia. Y un beso tuyo, una noche.

La lista de malos momentos es mucho más extensa, mucho más tupida, mucho más oscura. Creo que es mejor dejar de lado la enumeración. Pero si es cierto que queremos que el 2009 termine y se lleve muchos tragos amargos que dejaron alguna cicatriz en el corazón.

El 2009 me deja con un nuevo tattoo, un corte de pelo, una cicatriz en la mano, la biblioteca en casa, un poco más de dinero en el banco, bastantes más canas y unas cuantas lágrimas derramadas. Amigos nuevos y amigos que se extrañan. Y muchos signos de pregunta.

Arranca la época de hacer listas. Las cosas por hacer, los deseos por cumplir, las metas del 2010. También está como ese envión de energía que me hace un poco más productiva aunque sea por unos días. Veremos que se trae el 2010…