viernes, 29 de mayo de 2009

Cuadernos olvidados

Me olvidé el cuaderno en casa. Bah, espero que esté en casa porque no está ni en mi bolso ni en la cartera y no puedo haber perdido ese cuaderno. Entonces, tiene que estar en casa. Y lo extraño. La oficina sin mi cuaderno es como irse de vacaciones sin el ipod y sin libro, o un churro sin relleno de dulce de leche.

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